Ya sea en solitario o apiladas, las cajas de plástico o de madera, como las que se suelen utilizar para almacenar y ‘exponer’ las frutas y hortalizas, se pueden utilizar para levantar prácticamente cualquier mueble de terraza. Desde lo más básico -mesas y asientos- a estanterías en las que se pueden almacenar los enseres propios del jardín. Es común, asimismo, adaptarlas para su uso como jardineras.